Si eres propietario de una propiedad para alquilar, es importante que tengas un contrato de alquiler por escrito. Si tú y el inquilino alguna vez tienen una disputa legal, tus posibilidades de un resultado favorable mejoran, si tienes un acuerdo por escrito.
Para maximizar el potencial de tu unidad de alquiler y ayudar a prevenir cualquier problema, necesitas tener un acuerdo sólido que delinee las reglas de la propiedad, los procedimientos de pago y otras responsabilidades relacionadas con el alquiler.
Un convenio de alquiler es una buena idea si quieres asegurarte de que tu inquilino es fiable o si vas a alquilar una habitación en una casa en la que estás viviendo. Es más fácil rescindir un acuerdo de alquiler mensual que uno largo. En este apartado te explicaremos que debería llevar un buen contrato de alquiler.
¿Qué es un contrato de alquiler?
Es el documento que establece los derechos y responsabilidades tanto del propietario como de los inquilinos. Puedes redactarlo de forma que te resulte favorable, ya que tú decides qué incluye el acuerdo.
No sólo es un contrato vinculante que las partes pueden hacer valer en los tribunales, también es un documento muy práctico lleno de detalles comerciales cruciales, como el tiempo que los inquilinos pueden ocupar la propiedad y el importe del alquiler que se debe pagar cada mes.
10 disposiciones que debe tener un contrato de alquiler
Un acuerdo de alquiler mes a mes debe incluir ciertas disposiciones para que el acuerdo te proteja. Suele ser útil que un abogado te redacte este compromiso, aunque sea un documento de una sola página, sobre todo si es la primera vez que alquilas una propiedad.
Se pueden incluir numerosas disposiciones, pero un compromiso básico debe incluir al menos los 9 términos siguientes:
1. Nombres de todos los inquilinos y ocupantes
Todos los adultos que viven en el alquiler, incluidos los dos miembros de una pareja casada o no, deben ser nombrados como inquilinos y firmar el convenio. Exigir que todos los ocupantes adultos sean inquilinos oficiales es una forma de seguro adicional para los propietarios.
2. Descripción de la propiedad alquilada
Incluye la dirección completa de la propiedad (incluyendo el número de edificio y de unidad, si procede). También querrás anotar las zonas de almacenamiento o las plazas de aparcamiento específicas que se incluyen.
Por ejemplo, si el alquiler incluye un aparcamiento asignado, asegúrate de escribir el número de puesto o plaza. Del mismo modo, especifica las zonas a las que los inquilinos no pueden acceder (como un cobertizo cerrado en el patio trasero).
3. Duración del alquiler
Los contratos de alquiler crean arrendamientos a corto plazo (normalmente mes a mes) que se renuevan automáticamente hasta que el propietario o los inquilinos los rescinden. Los contratos de alquiler, por el contrario, crean arrendamientos que terminan después de un plazo determinado (normalmente un año).
Sea cual sea el que utilices, sé específico: anota la fecha de inicio, la duración del arrendamiento y (si creas un convenio de alquiler) la fecha de vencimiento. Incluye el plazo de preaviso que debes dar tú y el inquilino si alguno de los dos quiere terminar el contrato.
4. Precio del alquiler
No te limites a escribir el importe del alquiler. Especifica cuándo (normalmente, el primero de cada mes) y cómo debe pagarse, por ejemplo, por correo a tu oficina. (Asegúrate de que cumples las leyes de tu estado sobre el pago del alquiler).
También te recomendamos que consultes con el departamento de construcción de tu localidad, los límites de la cantidad que puedes cobrar por el depósito de seguridad y los recargos por demora.
5. Depósitos y tasas de seguridad
Evita algunas de las disputas más comunes entre propietarios e inquilinos, siendo claro sobre el importe del depósito de seguridad (asegúrate de cumplir las leyes estatales sobre el límite del depósito de seguridad).
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Cómo puedes utilizar la fianza (por ejemplo, para cubrir el impago del alquiler o reparar los daños causados por el inquilino). Y cómo no la utilizarás (por ejemplo, no la aceptas en lugar del último mes de alquiler).
Si esperas que el inquilino reponga la fianza en caso de que tenga que hacer una deducción a mitad del alquiler (por ejemplo, si repara una ventana que el hijo del inquilino atraviesa con una pelota a los dos meses de alquiler)
Cuándo y cómo devolverás la fianza y contabilizarán las deducciones después de que el inquilino se mude, (comprueba las leyes de tu estado sobre la devolución de las fianzas), y cualquier gasto no reembolsable, como el de la limpieza o el de los animales domésticos (asegúrate de que tu estado permite los gastos no reembolsables).
También es una buena idea (y es un requisito legal en algunos estados y ciudades) incluir detalles sobre dónde guardará el depósito de seguridad y si pagará intereses sobre el depósito al inquilino.
6. Normas y políticas importantes
Si una norma o reglamento es tan importante para ti, que querrías expulsar a un inquilino que la incumpla, asegúrate de incluirla. Otras normas no tan vitales pueden redactarse en un documento separado de normas y reglamentos.
7. Información de contacto
Considera la posibilidad de exigir a los inquilinos que se pongan en contacto contigo por escrito para ciertos asuntos. Así podrás, mantener un registro fiable e imprimible, en caso de que tengas que mostrarlo a un juez.
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8. Divulgación obligatoria del propietario
Las leyes federales, estatales y locales pueden exigir que reveles cierta información en tu convenio de alquiler. Por ejemplo, tener que informar a los inquilinos sobre la pintura con plomo o el historial de chinches de la unidad.
También, deberías asegurarte de que tu acuerdo de alquiler no infrinja ninguna ley de control de alquileres, leyes antidiscriminatorias o códigos de salud y seguridad.
9. Firmas
El inquilino y tú, deben firmar y fechar el acuerdo al pie. Siempre que incluyas estas condiciones en el contrato, te estarás protegiendo en caso de que el inquilino sea alguien a quien ya no quieras alquilar. El compromiso de alquiler te proporciona una forma fácil de hacer que se muden y muestra de qué son responsables si no se van voluntariamente.