Al comprar un piso ―bien sea nuevo o de segunda mano―, el vendedor asegura que la vivienda se encuentra en perfectas condiciones para su habitabilidad y disfrute, por lo que es responsable de los “defectos ocultos” que puedan encontrarse en la propiedad. Tú como comprador estás en tu derecho de reclamar. Sin embargo, no puedes reclamar cualquier tipo de inconveniente que aparezca en ella, es necesario que estos cumplan con una serie de requisitos para poder proceder con la demanda.
Los defectos ocultos son aquellos que, de acuerdo con el Tribunal Supremo, no pueden percibirse a simple vista y son difícilmente reconocibles por el comprador antes de realizar la transacción. Estos, además, suelen ser bastante graves; lo suficiente como para afirmar que si el comprador los hubiese conocido no hubiese comprado la vivienda o hubiese pagado menos dinero por ella.
Estos, por supuesto, deben encontrarse en el piso desde antes de la firma, y así debes poder probarlo, ya que cuentas con un máximo de 6 meses desde la entrega para iniciar el procedimiento judicial por vicios ocultos. Éste es un plazo de caducidad, por lo que, de no imponer la demanda en este tiempo, perderías el derecho a realizarla.
Sin embargo, existe una excepción. En caso de que el defecto sea tan grave que haga inhabitable la vivienda, el plazo se extiende hasta 5 años, debido a que la acción que debe hacerse es la resolución del contrato por incumplimiento del mismo. En este caso, puedes exigir la devolución total del importe que pagaste por la vivienda, así como una indemnización por daños y perjuicios, más los intereses correspondientes.
Si los vicios ocultos demostrados no son tan graves, el juez puede ofrecerte dos opciones: devolver la vivienda y recuperar la totalidad de tu dinero o aceptar solo la devolución de una parte ―estimada por un perito― para solventar el defecto.
Ten en cuenta que lo ideal para evitar este tipo de problemas es prevenirlos: habla con los vecinos de la comunidad, examina los espacios comunes y pide el acompañamiento de un perito durante la visita antes de comprar la propiedad.