Tener una propiedad puede ser una excelente oportunidad para adquirir experiencia en el mundo de los negocios y aprender a tratar con diferentes tipos de personas. El retorno de la inversión puede ser muy importante si tratas bien a tus inquilinos y aprendes a gestionar bien tu condición de propietario. En este artículo te enseñaremos cómo ser un buen propietario; te daremos algunas claves y consejos.
Cómo ser un buen propietario
Hay muchos propietarios que no se toman en serio su papel y acaban teniendo malos inquilinos o costosos problemas legales. La verdad es que ser un buen propietario no es una ciencia espacial. Trata tu función como un trabajo y aborda cada interacción con tus inquilinos con empatía y seguro que acabarás ganando dinero.
A continuación, hemos reunido algunos consejos prácticos para ayudarte a convertirte en un arrendador de éxito; te enseñaremos cómo ser un buen propietario.
1- Entender que su propiedad es un negocio
Uno de los mayores errores que impiden que la gente se convierta en propietarios de éxito es la idea de que su inversión inmobiliaria no es un negocio. Si eres propietario de un inmueble y lo alquilas, tienes que tomarte las cosas en serio y centrar tus esfuerzos en ser un buen empresario.
Crea sistemas que te ayuden a mantener el control de cada uno de tus inquilinos. Mantente organizado en todo momento para evitar que se le acumulen gastos innecesarios. Cuanto antes aceptes el hecho de que tu inversión inmobiliaria es un negocio, más cerca estarás del éxito como propietario.
2- Respeta a tus inquilinos
Como propietario, siempre quieres que tus inquilinos estén contentos y vuelvan cada año a renovar su contrato. El pago de su renta mensual es vital para el éxito general de tu inversión inmobiliaria.
Una forma de asegurarse de que tus inquilinos estén contentos y de que las rentas de alquiler se paguen de forma constante es centrarse realmente en tratar a sus inquilinos con respeto. No dejes que las cosas se vuelvan muy personales entre tú y tus inquilinos y trátalos siempre con dignidad. Este es uno de los verdaderos secretos para saber cómo ser un buen propietario y tener éxito.
3- Sé cortés
Al entregar las llaves y firmar el contrato de alquiler con un nuevo inquilino, tómate el tiempo necesario para explicarle cada cláusula. Da a tu inquilino tiempo suficiente para leer todo el documento en tu presencia. Recuerda que si dejas el contrato de alquiler para que lo lean por su cuenta, lo más probable es que no lo lean.
Otra forma de ser cortés es dar pequeños regalos en ocasiones especiales, como Navidad o los cumpleaños de tus inquilinos. Por ejemplo, una pequeña caja de bombones con una nota firmada a mano marcará la diferencia.
Por último, sé positivo. Por ejemplo, haz hincapié en que agradeces que te paguen el alquiler a tiempo. No mencione las consecuencias del impago.
4- Dedicar el tiempo necesario para evitar a los malos inquilinos
No hay nada peor que un mal inquilino. Un inquilino que nunca paga el alquiler a tiempo, daña la propiedad o acaba siendo desalojado es lo que la mayoría de la gente considera un mal inquilino. A la larga, te compensará dedicar tiempo y dinero a comprobar los antecedentes de tus inquilinos y evitar los malos.
Asegúrate de que cada inquilino puede pagar su alquiler y de que no está implicado en un delito. También es importante evitar las prácticas discriminatorias al evaluar a los posibles inquilinos. Evitar los malos inquilinos es sin duda una de las formas más importantes de cómo ser un buen propietario.
5- Ofrece a sus inquilinos recursos
Los inquilinos aprecian que el propietario sea complaciente. Por ejemplo, si va a instalar un sistema de aire acondicionado en una ventana, ten unas cuantas extensiones eléctricas de calidad que puedas prestarle, si es necesario. Por un lado, esto te hará quedar bien y, por otro, evitarás que utilice una extensión de mala calidad que pueda provocar un incendio.
Cuando llegue el invierno, asegúrate de dejar a disposición de los inquilinos equipos de emergencia para palear o descongelar las escaleras. Además, ¿has pensado en ofrecer unos cuantos galones de pintura a un nuevo inquilino? Sin duda, se agradecerá.
6- Estar disponible
Ser propietario significa que hay que estar disponible. Por ello, asegúrate de que se puede contactar contigo a través de varios canales de comunicación: teléfono, correo electrónico, etc. Es importante responder rápidamente a la llamada en caso de problema. No sólo está en juego su credibilidad, sino también su propiedad.
Por ejemplo, en el caso de un inodoro atascado, aunque la solución parezca bastante sencilla por teléfono, es mejor acudir al lugar para resolver rápidamente el problema. Evitarás posibles (y costosos) daños por agua. Si vas a estar fuera durante mucho tiempo, asegúrate de dar a tus inquilinos los datos de contacto de alguien en quien puedan confiar.
7- Mantener los locales
Los inquilinos aprecian que sus espacios comunes estén bien mantenidos. En primavera y otoño, es conveniente hacer una limpieza a fondo de las zonas comunes. Si tienes que realizar alguna obra, informa a tus inquilinos con antelación.
8- Mantén la profesionalidad
En muchos casos es útil mantener una relación «profesional» con los inquilinos. Esto te ayudará en caso de litigio, tanto si se trata de ti como de dos inquilinos. Será menos probable que trates la disputa con parcialidad. Además, es importante conocer las principales leyes que rigen la gestión de los inmuebles de alquiler. Esto forma parte de tu compromiso como propietario.
9- Busca asesoramiento jurídico
A menos que seas un verdadero experto en derecho de arrendamiento, siempre es buena idea acudir a un abogado para que te asesore legalmente. Este es quizás el factor más importante para convertirse en un propietario de éxito.
En conclusión, la regla de oro para saber cómo ser un buen propietario y mantener a los buenos inquilinos es ponerse en su lugar y pensar en lo que quieren de ti. Debes ver tu propiedad como un negocio y dedicarle el tiempo que se merece si esperas que te genere dinero.