Es importante que te hagas esta pregunta tanto si vas a alquilar como si vas a comprar una vivienda. Para empezar, porque las dimensiones del espacio tal vez deban adecuarse a tus necesidades. Y, además, porque los gastos que debas afrontar serán diferentes en cada caso.
Cada vez es más común en países como Inglaterra que los propietarios compartan casa con sus inquilinos. Allí, en la compra de pisos se tienen en cuenta factores como el número de inquilinos que podrán tener, el precio al que se alquilarán las habitaciones, etc. ¿Por qué te contamos esto? Porque si tu idea es comprar una vivienda pero no puedes afrontar el pago, esta idea puede ser la solución.
¿Qué prefiero, soledad o compañía?
Vivir con compañeros de piso (ya sean amigos, pareja o desconocidos) tiene una ventaja evidente: el dinero. Ahora bien, si no eres una persona a la que le guste ceder en ciertos aspectos, tal vez te resulte un tanto difícil. Además, con inquilinos desconocidos estarás jugando a la lotería.
Por otro lado, aunque convivir es complicado, pueden generarse vínculos para toda la vida si os abrís el uno al otro. Lo importante es establecer una serie de normas que no debéis romper. Además, puedes hacer partícipe a tu compañero o compañeros de ciertos detalles de decoración sobre la casa. Así, además, estarás contribuyendo a que se sientan parte de un ambiente que les resulta cómodo, agradable y acogedor, y que lo cuiden tanto o más que tú, de cara a una posible venta de tu piso más adelante.
Aun así, debes tener en cuenta que surgirán problemas y debes saber solventarlos. El dinero a veces importa en la convivencia más de lo que crees. También puede haber otros problemas como el orden, la limpieza o los ruidos.
En cualquier caso, cada persona es un mundo y tiene sus preferencias. ¿Y tú qué prefieres?